lunes, mayo 24, 2010

sni desinflado después de 25 años

La generación de conocimiento en México sigue en pañales. Los investigadores después de 25 revisan el Sistema Nacional de Investigadores (SNI). Ha pasado un cuarto de siglo desde que se creó y apenas se discute que en realidad es un sistema de salario extraordinario para los investigadores. Los otros objetivos, como fortalecer la creación científica o la formación de científicos, pues en realidad solo son palabritas que se llevó el tiempo. A nadie sorprenden las conclusiones sobre el tema:

México carece de un plan estratégico a escala nacional –elaborado por científicos, industria y gobierno– que defina las líneas de investigación a largo plazo en los diversos campos del conocimiento. En estas circunstancias, es prácticamente imposible avanzar con paso firme hacia el desarrollo y atacar la pobreza y las desigualdades sociales. Se advierte también sobre la pobre vinculación entre la academia y la problemática social.

Científicos de todo el país señalaron que después de 25 años, el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) enfrenta una distorsión perversa de sus objetivos y una crisis en su aplicación. Ni siquiera ha resuelto el deterioro económico de las universidades y la caída del ingreso de los académicos. Es un sistema que no garantiza equidad de género, no resuelve los problemas de financiamiento para la ciencia ni toma en cuenta las diferencias en la investigación por disciplinas. Evalúa todas las áreas del conocimiento con los mismos indicadores de calidad, y se aplican criterios cuantificables, como el número de investigaciones y citas científicas publicadas. Además –insistieron–, se cuenta la asistencias a congresos, el total de tesis dirigidas de maestría y doctorado, así como el número de alumnos graduados, lo que lleva a una suma interminable de puntos que obligan al investigador a descuidar otras tareas fundamentales, como la docencia, para no perder su nivel de ingreso, afirmaron catedráticos.

El desarrollo científico nacional se está prostituyendo, aseguró Genaro Aguilar Gutiérrez, investigador de la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional (IPN). El objetivo obsesivo de incrementar los números de los logros de la ciencia y la tecnología en México sin aumentar al mismo tiempo los recursos invertidos en esos rubros se ha traducido en lamentables vicios dentro de la comunidad científica nacional. Esas prácticas, cada vez más recurrentes en la comunidad científica y en las autoridades evaluadoras, se conjugan con el tráfico de influencias, por el que un investigador puede pasar a ser nivel 3 sin habar estado antes en el 2. Hoy día no es poco común encontrar a un grupo de cuatro colegas que se reúnen, toman un café, acuerdan que cada uno de ellos elabore un artículo por separado, pero que todos aparezcan como autores. Un año después cada uno resulta ser autor de cuatro artículos publicados en una revista científica, porque los cuatro sólo anotaron a sus colegas, aun sin que el resto haya desarrollado un ápice de dichas investigaciones. Esto se llama, lo aceptemos o no, simulación, dijo el también miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

Transformar al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) es una tarea urgente, concluyeron científicos y académicos en el primer congreso de sus miembros. Aseguraron que es necesario modificar los criterios de evaluación, establecer códigos éticos para las comisiones dictaminadoras, garantizar la calidad y no sólo la cantidad de la investigación científica, promover el trabajo en grupos y redes, e incidir con mayor fuerza en la búsqueda de soluciones a los problemas que enfrenta el país.

Sumada a estas críticas, la perenne crisis financiera del territorio mexicano obliga a sus ciudadanos a trabajar, como comunmente se dice, como burros durante toda la vida ya que es imposible jubilarse. De esta forma, tenemos una base de científicos de edad avanzada que sigue ocupando una plaza hasta que la muerte lo llame:

En tanto no exista un sistema de jubilación adecuado dentro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) no se logrará un mayor involucramiento de los jóvenes investigadores en proyectos de frontera de impacto, apuntó René Asomoza Palacio, director general del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav). “Uno de los mayores problemas y retos que enfrentamos en la mayoría de las instituciones, es el envejecimiento de la planta académica; si el SNI propone un sistema adecuado de jubilación daría oportunidad a que los investigadores maduros puedan hacer una transición con los jóvenes y no perder las líneas de investigación”. En caso contrarió cuando los científicos maduros abandonen sus investigaciones, muchos laboratorios cerrarán las puertas y se perderán líneas de investigación que podrían beneficiar a muchas personas.

Por otra parte, no se forman científicos con la mentalidad de emprendedores:

Ahora que se está promoviendo cada vez más el desarrollo tecnológico con base científica es necesario romper el tabú de que formar emprendedores interesados en aplicar el conocimiento científico desvirtúa a la ciencia. Por el contrario, es un camino invaluable para servir a México, manifestó Rosaura Ruiz Gutiérrez, presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).

Ejemplos de la importancia de la ciencia y la tecnología para resolver los problemas del territorio mexicano:

Científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) de México crearon dos variedades de fresas libres de virus y adaptables a las condiciones del suelo y clima de este país. Los académicos buscan "beneficiar a los productores del país, quienes reducirían en gran medida las importaciones de la planta que cada año se realizan de Estados Unidos, por las que incluso los campesinos pagan regalías". Alba Jofre y Garfias, de la unidad del Cinvestav en la ciudad de Irapuato, manifestó que "en poco tiempo" los productores podrán adquirir las dos nuevas variedades de fresas que presentan "una consistencia firme y libres de los virus que circulan en la región".

La investigadora Patricia Miranda Castro, de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, desarrolla un termogel que permitirá la liberación de fármacos de manera continua y prolongada, o para introducir células al cuerpo mediante una inyección y sea un tratamiento para controlar la hipertensión arterial. La especialista indica que a partir de un elemento de la quitina: el quitosán, un polímero que se encuentra en forma natural en el exoesqueleto de crustáceos, arañas y cucarachas, se desarrolla el termogel.

Después de cuatro años de trámites y pruebas, el gobierno de Rusia otorgó al científico mexicano Arturo Solís Herrera la primera patente en todo el mundo que reconoce la existencia de la “fotosíntesis humana”. Este hallazgo permitió elaborar una especie de pila infinita, que el autor llama Bat-Gen, porque funciona al mismo tiempo como una batería recargable y como un generador continuo de energía. La materia prima de este invento abunda en la naturaleza, pues sus componentes centrales son agua y una molécula que existe en la piel, el cabello y el recubrimiento de la retina humana, pero que se puede producir artificialmente: la melanina o polihidroxiindol.


Mientras tanto, en el presente, los legisladores mexicanos y las autoridades educativas continuan comprando estampitas, veladoras y amuletos diversos, para que los problemas se resuelvan solos. ¿Y tú has comprado tu patita de conejo para que los ratones verdes pasen a la segunda ronda?


No hay comentarios: