sábado, mayo 08, 2010

ni ciencia ni tecnología en el territorio mexicano, se tiene más confianza en la patita de conejo

En tiempos de crisis las sociedades regresan recurrentemente a las prácticas supersticiosas. Cuando falta el trabajo, se pierde la salud y el futuro no es muy promisorio, vemos con más frecuencia veladoras e inciensos, pociones y talismanes. Durante todo el siglo XX México ha vivido en perenne crisis, o financiera o política. Quizá por ello, no se ha implantado en nuestra sociedad el gusto por la ciencia y la tecnología. Los avances científicos han generado un mejor nivel de vida en los países desarrollados, en cambio, aquí seguimos importando conocimiento:

Los avances tecnológicos contemporáneos han derivado en una expansión de la comunicación en el mundo moderno, pero ha sido insuficiente para abatir la desigualdad, la pobreza y el hambre, advirtió José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En México no existe una política de Estado eficiente y comprometida con la ciencia y la tecnología, señaló José Franco López, secretario de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), quien lamentó el enorme déficit que tiene el país en los profesionistas e investigadores de las llamadas ciencias duras. En conjunto, el factor de déficit es de entre cinco y 10 por ciento. Carlos Arámburu de la Hoz, coordinador de Investigación Científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), consideró la inversión en ciencia y tecnología un asunto de seguridad nacional, en el que está en juego incluso la viabilidad y desarrollo del país. Franco López dijo, México nunca ha tenido una época dorada de inversión en ciencia y tecnología, apenas algunos años de cobre, un tanto oxidado en los años 70, década en la que se creó el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y en la que se tenía una perspectiva de desarrollo importante. Advirtió que en caso de no destinar mayor inversión a estas áreas del conocimiento, el país será verdaderamente incapaz de contender con las economías más desarrolladas.

La presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Rosaura Ruiz Gutiérrez, lamentó que el gobierno federal y los poderes de la Unión desestimen el conocimiento científico para solucionar los problemas del país. La académica llamó a las autoridades de los tres niveles de gobierno a considerar la ciencia –humanística, social o exacta– como una base para analizar la situación actual de violencia que enfrenta México. Todo problema de cualquier tipo tiene que abordarse desde la perspectiva del conocimiento en cualquiera de sus áreas. Para la inseguridad se tiene que tomar en cuenta el trabajo de sociólogos o historiadores; de científicos naturales, como los biomédicos, para analizar las adicciones y sus implicaciones. En principio, debemos acudir a todo lo que nos ayude a entender los problemas y después plantear soluciones. Creo que (combatir la violencia) con violencia como única solución es un error, aseveró. Por otro lado, informó que la comunidad científica se encuentra indignada debido a que desde más de un año atrás, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología no ha entregado recursos para proyectos de ciencia básica, lo cual genera un rezago. La AMC pedirá una explicación para que las autoridades pongan los recursos al día.

José Hernández, el astronauta de origen mexicano, aseguró que ante la violencia que vive México "tenemos que apostar por nuestro país, no debemos rendirnos ni huir de él", afirmó que una de las alternativas es mejorar y acceder a la educación. El astronauta (47 años), originario de Ticuitaco, Michoacán aseguró que el gobierno mexicano debe apostar al desarrollo científico de México a través de la creación de la Agencia Espacial.

La ciencia y la tecnología deben estar en el centro de las decisiones del país, porque así lo hacen países como China y no es casual su grado de desarrollo, señaló el titular de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, René Drucker. En la actualidad, añadió, los salarios altos sólo pueden ser resultado de la tercera revolución industrial como la informática, la biotecnología, las nuevas energías, la nanotecnología, la biomedicina molecular y genómica, entre otras. 'Sólo si logramos ser competitivos en éstas y otras áreas, la globalización será benéfica para el país'. Añadió que la ciencia precisa de fondos suficientes, de metas y de planes de desarrollo. Puso como ejemplo que México tiene tres mil kilómetros de costas, pero no cuenta con un centro de biotecnología marina para aprovechar los recursos del mar; también cuenta con zonas desérticas, sin embargo carece de un instituto que se dedique a aprovecharlas, mientras que naciones como Israel las han convertido en un oasis. Drucker Colín destacó que 'la ciencia hoy en día es la fuerza productiva más dinámica e importante del hombre y desafortunadamente el conocimiento se vuelve cada vez más un privilegio de los países desarrollados'.

La patética situación de la ciencia y la tecnología fue evidente al aparecer el virus AH1N1. Este virus desconectó el sistema educativo, el productivo, el turismo y el de salud. Lo único que pudieron hacer nuestros políticos y autoridades fue cruzar los dedos, usar la patita de conejo, poner veladoras y vestir amuletos para que la cosa no fuera peor de lo que fue:

La Secretaría de Salud (Ssa) reconoció, un año después del surgimiento del virus de influenza A/H1N1, que el sistema de vigilancia epidemiológica no estaba preparado para un problema de impacto global; hubo una lenta respuesta de los médicos familiares o generales y tampoco existía un mecanismo de comunicación entre éstos y los hospitales. Existía un plan de respuesta, pero no estaban contempladas las posibilidades de una crisis, comentó Celia Alpuche, directora del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica. La Ssa inauguró el laboratorio de bioseguridad nivel 3 (BSL3, por sus siglas en inglés) en el que ahora sí, ante la presencia de un nuevo virus o bacteria, el Instituto Nacional de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica podrá realizar su secuenciación genética e identificación en cuestión de días –a Estados Unidos le tomó 10 días hacer lo propio con la cepa A/H1N1–. El BSL3 trabajará con microorganismos de alta virulencia como tularemia, ántrax, tuberculosis, brucela y VIH, entre otros. El laboratorio forma parte de la red de laboratorios de respuesta que coordinan los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos.

Sin embargo, los recursos materiales son inútiles si no hay científicos y técnicos especializados que puedan utilizarlos con inteligencia:

Si bien en el país existen sólo apenas dos grandes laboratorios de estudios genómicos, Inmegen y Langebio, son suficientes para las necesidades en investigación del país; sin embargo, lo que hace falta es el personal y especialistas que puedan analizar e interpretar los datos obtenidos de estos, señaló Luis Rafael Herrera Estrella, director del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio) del Cinvestav Irapuato. El científico considerado como el inventor de las plantas genéticamente modificadas apuntó que no se necesitan más laboratorios porque sería muy complicado contar con el personal adecuado para su funcionamiento: de entre decenas de miles de genes hay que contar con especialistas en identificar aquellos correspondientes a sequía, patógenos, a bajas temperaturas...

La iniciativas en ciencia y tecnología siguen siendo escasas y a título personal:

Junto con la agencia espacial estadounidense, el estudiante del Tecnológico de Monterrey, David Alonso Quiroz Rochell, participará en el desarrollo de vehículos robóticos para el proyecto Greenland Robotic Tractor. El alumno de cuarto semestre de la carrera de Ingeniero en Mecatrónica, en el campus Estado de México, fue invitado por el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA, para integrarse al proyecto Greenland Robotic Tractor de la NASA. David, estuvo en contacto con Michael Comberiate, Senior System Manager de la NASA y con Matías Soto de la Universidad de Texas, quienes después de examinar su trabajo lo invitaron a participar con un grupo de 26 estudiantes más de ingeniería provenientes de diferentes países.
Este contempla el desarrollo de cinco proyectos de ingeniería incluyendo varios vehículos robóticos.

Empresas mexicanas desarrollan una camiseta para vigilar el ritmo cardíaco a través de dispositivos móviles que enviarán la información a un centro médico para facilitar la ayuda inmediata al usuario en caso de detectarse anomalías. La prenda realizará un electrocardiograma en pocos segundos y lo enviará vía bluetooth a un centro de operaciones donde será interpretado por los médicos, explicó Carlos Manuel Figarola, coordinador de nuevos proyectos de la empresa de productos médicos Medisist, una de las que participan en el proyecto. Figarola añadió que con estos datos los cardiólogos podrán ponerse en contacto con el paciente y advertirle si es necesario que acuda a un centro de salud.La camiseta, que podría estar a la venta en el último trimestre del año, se ajustará al cuerpo y funcionará mediante electrodos de tela que monitorean permanentemente el ritmo cardiaco y almacenan datos en un dispositivo de apenas ocho centímetros.El bluetooth del celular del paciente recibirá esta señal y enviará la información como mensaje de texto, al centro de operaciones.

¿Y tú ya compraste un talismán para convertir a los ratones verdes en pumas aztecas? ¿Piensas ir a chalma para lograr que ganen siquiera un partido en el mundial de fútbol? Las evidencias científicas nos indican que jugarán 3 partidos y regresarán a justificar su actuación.



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