Después de asustar al gobierno federal y a muchos gobiernos estatales, las refresqueras afirman que en realidad en las escuelas no está el gran negocio. Pero las ganacias valen la pena para evitar contribuir a mejorar la salud de los estudiantes mexicanos:
La restricción para que empresas refresqueras vendan sus productos al interior de escuelas primarias no ha impactado en el margen de ganancia, al menos de Coca -Cola de México ya que el mercado infantil es el de menor consumo y por lo tanto, de menor venta. “Las escuelas primarias no son un canal comercial como las tiendas de abarrotes o los supermercados, no se consideran por el sistema como un punto de crítico”, informó Rafael Fernández, vicepresidente de Asuntos Públicos y Comunicación de Coca-Cola Company. Fernández indica que como política corporativa han limitado sus productos en escuelas primarias en el país y la mantendrán al menos hasta el año 2013, en apoyo de los programas del gobierno federal para combatir la obesidad infantil. Sin embargo, dijo que si los padres de familia o las propias instituciones escolares solicitan la distribución de las bebidas, lo harán en presentaciones que cumplan con los requerimientos.
Pero, las escuelas siguen vendiendo comida chatarra a los estudiantes:
José Ángel Córdova, secretario de Salud, afirma que 55 mil escuelas de educación básica del país incumplen con los lineamientos para la venta y distribución de alimentos en los planteles escolares de la República. Mencionó que de las 220 mil escuelas que hay a nivel nacional, el 25% sólo está cumpliendo estos lineamientos de manera parcial o nula y que en el 75% de las escuelas ya no se venden refrescos.
¿Por qué es importante evitar la obesidad infantil?
En la ciudad de México siete de cada 10 niños y niñas presentan problemas de sobrepeso y obesidad, debido a que pasan más tiempo en sus casas frente al televisor y comiendo alimentos chatarra, en vez de hacer actividades deportivas, aseguró el secretario de Salud, Armando Ahued. Dijo que “estamos hablando de un tema muy grave porque además estamos viendo la aparición de la diabetes juvenil a los 12 años de edad, ¿qué les espera a esos niños? Imagínate que después de cada alimento se tienen que inyectar insulina”.
Dejar el cuidado de la salud al libre mercado, en realidad, es un suicidio. Mientras no importe lo importante y lo único que se desea el el dinero, tendremos una baja calidad de vida en México.
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