Este 15 de septiembre se celebra "el grito" que dió origen a la guerra de independencia en México.
Sin embargo, lo que en la historia se considera una celebración a la libertad, dentro de nuestro sistema autoritario (que no gusta de que los ciudadanos ejerzan su libertad) la Plaza de la Constitución es convertida prácticamente en trinchera. Desde temprano, efectivos del Estado Mayor Presidencial (EMP) ampliaron las vallas para impedir el libre tránsito de personas y vehículos a los circuitos de la plaza que rodean tanto al edificio nuevo del Gobierno del Distrito Federal, así como al Palacio Nacional.
Con el tiempo esta celebración poco a poco pierde intensidad, ya que “Generalmente los festejos son organizados por los gobiernos, un país profundamente nacionalista pero con gobiernos poco solidarios con su gente ha provocado que el desánimo vaya en función del poder y no del festejo en sí”, afirma Salvador Sigüenza Orozco, especialista en temas de Historia Contemporánea, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social. Hoy, por ejemplo, la explanada del Zócalo capitalino será escenario de por lo menos tres festejos con motivo del 197 aniversario de la Independencia de México, organizados principalmente por partidos políticos, no por los ciudadanos. Desde anoche, una multitud pululaba anoche en plan de fiesta por las calles del Centro Histórico y por las tres cuartas partes libres del Zócalo, mientras detrás de la valla policiaco-militar desplegada desde el viernes pasado ante Palacio Nacional, los técnicos de OCESA ecualizaban su poderosísimo equipo de sonido, luego de haber probado a las seis de la tarde un disco de “¡vivas!”, que muy probablemente utilizarán esta noche cuando el titular del poder ejecutivo federal salga a gritar los nombres de los héroes patrios. Llama la atención de que por cuestiones de “seguridad”, la Presidencia no informó la hora en la que el titular del poder ejecutivo hará su arribo al Zócalo.
Para quienes 197 años de libertad no han significado un gran cambio son nuestros pueblos indígenas: la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) firmaron un convenio de colaboración para echar a andar nueve proyectos educativos en los 100 municipios más pobres del país. Estos 100 municipios más pobres del país son “eminentemente indígenas”.
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