Si tomamos en cuenta los presupuestos públicos destinados a la educación superior como un indicador de veracidad del discurso gubernamental observaremos:
El gasto para la educación, en particular para el nivel superior, planteado en el proyecto de presupuesto de la Federación 2008, representa que ese grado educativo no es prioritario para el gobierno federal, pues “se le están otorgando recursos inerciales, que no muestran aumentos proporcionales a los que año con año se han designado”, señaló Roberto Rodríguez, miembro del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
Al menos 15 mil trabajadores y estudiantes de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) marcharon por las calles para exigir a los gobiernos federal y estatal que incrementen el subsidio que destinan a esa casa de estudios.
Al gobierno federal no le interesa fomentar la educación superior pública; prueba de ello es que cada año el presupuesto presentado por el Ejecutivo no incluye aumentos suficientes para las instituciones públicas, afirmó el rector de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), José Martínez Vilchis.
Hace diez días que estalló la sexta huelga en la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) durante el actual rectorado, y no hay fecha para que regresen a clases de los más de 5 mil alumnos de la institución.
Lo que no fue olvidado en el presupuesto del 2008 es el aumento a los salarios de los funcionarios públicos: Felipe Calderón Hinojosa planteó a la Cámara de Diputados un aumento a su salario de 58 mil 40 pesos al mes para 2008, cifra que representa casi cuatro veces más la disminución al sueldo que se fijó como parte del decreto de austeridad. Con ello, las percepciones anuales del mandatario serían de 2 millones y medio de pesos –208 mil 570 mensuales–, es decir, casi 700 mil pesos más que las de 2007, monto al que pretende se le asignen 832 mil 136 pesos más en prestaciones.
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