El 1 de septiembre el poder ejecutivo federal presentó el informe anual por escrito. No se aprecian acciones que den respaldo al discurso oficial. La educación es uno de los temas que el presidente Felipe Calderón priorizó, en diciembre pasado, como parte de sus primeras 100 acciones de gobierno. Sin embargo, de los seis programas fundamentales proyectados para dicho sector ninguno funciona a cabalidad. Uno, de hecho, ni siquiera ha iniciado.
Con respecto al financiamiento vemos que el gasto educativo en relación con el producto interno bruto (PIB) sufrió un descenso, al estimarse que para el cierre de este año será de 6.9 por ciento. Con ello, la inversión en lo que discursivamente es “una de las prioridades del país” retrocederá al índice reportado en 2004 y será aún menor al de 2002, que fue de 7.03 por ciento.
Desde el análisis de un grupo ciudadanano, el primer Informe de gobierno de Felipe Calderón denota que su administración carece de un proyecto educativo, pues sólo refleja un interés por resaltar las cifras de cobertura y en la aplicación de pruebas de evaluación, omitiendo la calidad y la pertinencia de la misma para el desarrollo del país, subrayó el Observatorio Ciudadano de la Educación (OCE) al analizar el documento presidencial.
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