El libro es uno de los inventos más maravillosos de la humanidad. Y a partir del invento de Gutemberg ha puesto los andamios para las sociedades del conocimiento y la información. Para el siglo XXI, el libro impreso y las librerías están vivendo una era de transformación y mutación:
Los retos del mundo de la edición impresa y electrónica y en las nuevas formas de lectura se discutieron en II Foro Mundial de la Unesco sobre la Cultura y las Industrias Culturales, FOCUS 2011, en la ciudad italiana de Monza. Bajo el lema "El Libro Mañana: El Futuro de la Palabra Escrita" , se reunieron doscientos expertos, entre autores, editores, científicos, periodistas, bibliotecarios, sociólogos, blogueros, investigadores, políticos y responsables económicos, procedentes de más de una treintena de países. FOCUS 2011 se centrará en tres asuntos fundamentales "La economía del libro digital" , los "Derechos de autor en la era digital" y "La biblioteca digital". Además, se realizaron talleres dedicados a aspectos como "El blog versus el periódico en papel" , "El futuro de la palabra escrita y de la lectura" y "Cambios en la cadena de producción y distribución", "Copyright versus copyleft", "Fair use y Creative Commons" , "Preservar la memoria digital" , "La biblioteca como servicio público" , "Lo bueno y lo malo de la cooperación pública y privada" y "Los riesgos de la digitalización".
Y es que la cosa no es sencilla, el cambio en el consumo de la letra impresa y las nuevas formas de publicación ha provocado cierres en las cadenas de librerías:
El pasado febrero, Borders, la segunda mayor cadena de librerías de Estados Unidos, se declaró en bancarrota y se encuentra en proceso de cerrar la tercera parte de las más de 650 tiendas con las que contaba. Otras librerías, algunas más pequeñas que Borders, están resistiendo mejor que el resto gracias a sus iniciativas. El sector de los libros tradicionales pasa por un momento difícil por el auge en la venta de los electrónicos. Según datos de la asociación de editores norteamericanos, en febrero se vendieron más libros electrónicos que en papel, y en lo que va de año las ventas de libros electrónicos crecieron un 169,4 por ciento, mientras que las de libros impresos descendieron un 24,8 por ciento. A Barnes and Noble, la cadena de librerías más grande del mundo comenzó a adaptarse. Después de tres años de caídas en sus ventas, Barnes and Noble anunció crecimiento gracias a la demanda de su lector electrónico, Nook. Otra librería que se apoyó en las nuevas tecnologías para seguir existiendo es Lectorum, en 2007 cerró las puertas de su sede física en la calle 14 de Manhattan. Desde 2008 se convirtió en virtual www.librerialectorum.com, que ofrece un catálogo de unas 25 mil publicaciones, además de información sobre novedades y la posibilidad de contactar con un librero para obtener consejo, entre otros contenidos relacionados con el mundo hispano.
Las bibliotecas mexicanas suben lentamente más archivos digitales:
En la página de internet de la asociación Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México (Adabi), se han publicado fichas de libros antiguos, por ejemplo, un libro impreso en 1715 por los herederos de la viuda de Francisco Rodríguez Lupercio. Elvia Carreño, investigadora de Adabi a cargo del proyecto, explica que el banco recoge fichas bibliográficas de 39 colecciones de libros antiguos del país. “Contiene los registros de casi 140 mil libros antiguos. Dado que México fue el primer país que contó con imprenta, en 1539, es importante que todos estos registros se puedan consultar en un solo sitio desde cualquier parte del mundo”.
Mientras tanto, las bibliotecas físicas siguen con los viejos problemas del siglo XIX y XX, falta interés por mantenerla, incrementar su acervo y apostar por su evolución. Por ejemplo, en el Distrito Federal, en donde es más redituable y atractivo para los ciudadanos las clases de zumba que leer libros:
El 15 de mayo de 2006 se inauguró en la delegación Álvaro Obregón la Biblioteca Carlos Monsiváis, el periodista y escritor, quien estuvo presente, la llamó “micromegabiblioteca”. El escritor hizo el comentario a propósito de que justo un día después abriría sus puertas la Biblioteca José Vasconcelos, conocida como la “megabiblioteca”. Sin embargo, aquella “micromegabiblioteca” de la que habló Monsiváis, a cinco años de su inauguración, ha pasado a ser algo así como una “minimicromegabiblioteca”, pues el espacio que se le destinó es ahora un salón para el baile de zumba y el acervo de la biblioteca se encuentra en una sala que es más o menos la mitad del que tuvo y donde no siempre hay servicio bibliotecario. La razón, explicó el vigilante del Centro Cultural y Social Árbol del Conocimiento -que alberga la biblioteca- es que José Luis López Espinosa, responsable del turno, se encontraba de vacaciones.
Es posible que los habitantes de la ciudad de México leerán más en las horas de atascos viales dentro de un taxi que en una biblioteca:
Los viajes en taxi ya no serán aburridos, os conductores de este transporte público ofrecerán a sus pasajeros lecturas sobre salud, cuidado ambiental y sobre cómo mejorar la calidad de vida. Como ocurre en las ciudades de Buenos Aires, Argentina, o Bogotá, Colomia, los taxistas de la Ciudad de México portarán libros, folletos e historietas de temas científicos, para que los pasajeros puedan leerlos durante su viaje. Mediante el programa “Taxis con… ciencia” se espera que diariamente los cerca de 1.8 millones de usuarios en la capital puedan tener acceso a información relacionada con museos e incluso de diversos concursos. A través de un convenio entre la Universidad Nacional Autónoma de México y la Secretaría de Transportes y Vialidad (Setravi), el objetivo es entregarle a los 130 mil taxis de la ciudad un kit que contiene cinco revistas, tres folletos y dos trípticos.
No importa si se lee en páginas de papel o en páginas digitales, lo importante es leer y leer, ser un lector por el resto de la vida.
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