La educación indígena en México es un gran ausente, solamente se menciona en sus dos extremos; cuando se obtienen buenos resultados (por mala fortuna muy pocos) y cuando se tienen las mayores carencias. En los medios se publica una buena noticia, hay talento en todo nuestro territorio, hay talento en todas nuestras comunidades:
Gerardo Chaparro Carrillo, de la etnia tepehuana, es uno de los 31 alumnos chihuahuenses ganadores de la Olimpiada del Conocimiento Infantil 2010-2011. Este destacado alumno realizó sus estudios de educación primaria en la escuela indígena Niño Tepehuano, del poblado serrano de Baborigame, municipio de Guadalupe y Calvo. “Cuando me encontraba jugando futbol, mi maestra Irma Isis, me mandó llamar y me dijo: “¡Ganaste, vete alistando porque vas a viajar a la Ciudad de México!”, así recordó Gerardo, de personalidad serena y ojos brillantes, la noticia de haber sido ganador de la etapa estatal de la Olimpiada. La madre de Gerardo, doña Higinea Chaparro, que habla el lenguaje odami (tepehuano), es mamá soltera y que trabaja de empleada doméstica en la comunidad de Baborigame, es una mujer chihuahuense ejemplar que con su esfuerzo y dedicación cotidiana ha sacado adelante a su pequeño, expresa con un profundo suspiro: “Me siento muy orgullosa de mi hijo, quien me ha dado muchas satisfacciones desde que empezó su educación desde preescolar”.
Sin embargo, el olvido iniciado hace 500 años sigue vigente. Hacemos bien poco para conservar la diversidad y la riqueza cultural del territorio mexicano. Necesitamos documentar y recopilar estos saberes, formas de mundo e imaginaciones:
Saberes como mitos, tradiciones, rezos, sanaciones y hasta recetas de cocina, se hallan en el acervo recopilado, conocimiento que puede perderse junto con las más de 300 opciones de dialectos indígenas que se hablan en México. De ahí la importancia y urgencia de documentarlas. Ésa es la labor del Laboratorio de Lingüística del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM, a cargo de Samuel Herrera, quien mencionó que existen algunas que sólo tienen dos o tres hablantes. Están condenadas a la extinción, pero antes de que ocurra se pueden documentar o, al menos, recopilar archivos para su investigación, no sólo lingüística, sino antropológica e histórica. El laboratorio pronto será el repositorio universitario de archivos lingüísticos (grabaciones de audio y video). Utiliza la tecnología para documentación, así como técnicas que permiten un registro de acuerdo con parámetros internacionales. “Eso implica que los archivos que se generen pueden ser útiles a otra institución o proyecto en el mundo”, dijo Herrera. La meta es formar corpus multimodales (archivos de audio y video, una transcripción y análisis morfológico de cada documento), una de las diferentes metodologías propuestas por el Programa DOBES (Documentation of Endangered Language) del Max Planck Institute for Psycholinguistics, de Holanda. Hasta ahora, destacó, la mayoría de las lenguas —algunas en peligro de desaparecer, como la paipai (Baja California) y la tarahumara (Chihuahua)— ya están presentes en el acervo, al menos con una muestra. Entre las más referenciadas, se encuentra la huave (Oaxaca), chuj (Chiapas), huasteca (Veracruz y San Luis Potosí), la chichimeca (Guanajuato) y la náhuatl. Alguna de la información guardada es una verdadera joya, como la base de datos de las “Áreas dialectales del náhuatl moderno”, de Yolanda Lastra; las grabaciones de zapoteco de Yalálag (Oaxaca), de Juan José Rendón, y otras de la colección forman parte de proyectos externos, como el Archivo de Lenguas Indígenas de México, del Colmex.
Las cosas no son fáciles, tampoco son sencillas cuando tratamos de comprender lo multicultural:
En San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, cientos de profesores indígenas retuvieron a cuatro institucionales al tomar la jefatura de zonas para exigir la destitución de su titular, Rafael Entzín Gómez, e instalación de una comisión mixta sin favoritismos. Tanto maestros inconformes como los afines al jefe de zonas resultaron golpeados, dos de cada bando. Los demandantes cortaron la energía eléctrica y pusieron candado a la puerta con sus cuatro oponentes dentro.
Una de las características más humanas es la cultura, una de las características de la cultura es que siempre genera diversidad. Una de las características muy humanas es la diversidad.
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