No hemos sabido solucionar los problemas surgidos hace 500 años, cuando nos convertimos en Virreynato, ni de hace 200 años cuando nos convertimos en un Estado basado en la democracia. El dilema entre contar con un pasado indígena y vivir un presente mestizo, continua y se ve reflejado en el modelo educativo que se desea construir para la educación superior:
Los 240 alumnos de la Escuela Normal Bilingüe Intercultural de Oaxaca (ENBIO), ubicada en San Jerónimo Tlacochahuaya, municipio de Tlacolula, se encuentran en paro desde el 8 de diciembre en demanda de que se respete el reglamento interno que les permite participar en la elección de sus autoridades, que debió convocarse en junio pasado. Además, piden retomar el proyecto original de esta institución, creada el 14 de febrero de 2000 como un nuevo modelo educativo, que consiste en rescatar y fortalecer la vida de los pueblos indígenas del estado, “la cual está sustentada en la comunalidad”. Hecsar Torres Sosa, integrantes del Comité Estudiantil de la ENBIO, dijo que el proyecto inicial contemplaba practicar los usos y costumbres de las comunidades étnicas de donde proceden los alumnos y que se sintetizan en cuatro principios comunales: el poder (asamblea), el disfrute (fiesta), el territorio y el trabajo (tequio). Así se capacitarían licenciados en educación primaria bilingüe intercultural capaces de instruir a alumnos en alguna de las 15 lenguas existentes en la entidad (entre ellas zapoteco, mazateco, chontal, mixe, triqui, mixteco, chatino, huave y cuicateco).
No hay comentarios:
Publicar un comentario