Para mejorar la calidad educativa del territorio mexicano es necesario que las escuelas tengan un fuerte compromiso para defender los derechos del niño. Mientras los problemas de violación de los derechos del niño sean una caja negra en las escuelas, de manera frecuente se presentarán problemas de discriminación, abuso y violencia en las escuelas:
Pese a los cursos dirigidos a maestros para erradicar la violencia en las aulas y mejorar los servicios, en lo que va de 2009 el sector educativo ha recibido más de mil 100 quejas contra mentores y directivos por maltrato, rechazo de alumnos, discriminación e incluso actos intimidatorios. Muchos de esos actos o agresiones incluyen amenazas y abusos de contenido sexual contra niños y adolescentes. Estos hechos han derivado en 11 recomendaciones contra la Secretaría de Educación y los Servicios Educativos Integrados del Estado de México (SEIEM). Como ejemplo, la semana pasada se ordenó investigar a un mentor de Nicolás Romero acostumbrado a tratar con zapes, groserías, nalgadas y jalones de cabellos a sus niños.
Las irregularidades fueron hechas del conocimiento de la directora de la institución, María Guadalupe Ireta Ojeda, quien hizo caso omiso, por lo que la Comisión de Derechos Humanos del Edomex, ya recomendó fincarle un procedimiento junto con el profesor. A pesar de que todavía falta un trimestre para que concluya el año, el nivel de quejas presentadas contra el sector educativo comparativamente con 2008, es similar. Según estadísticas del organismo, de enero a diciembre del año pasado se presentaron 760 quejas contra la Secretaría de Educación, mientras que hasta el pasado 5 de octubre de 2009, ya se llevaban 688. En el caso de las quejas contra mentores y directivos adscritos al SEIEM, la situación es peor, ya que en 2008 se captaron 469 quejas, y de enero al 5 de octubre de 2009 ya se llevan 445.
Baste un ejemplo publicado por los medios impresos:
En Guanajuato, hace nueve años que el profesor Martín Castillo Salazar dirige la primaria Justo Sierra, y hace 16 fue indiciado por violar a una alumna de 10 años, cuando trabajaba en la escuela Juan José Torres Landa de la ciudad de León. Según la documentación del caso, desde el ciclo escolar 1991-1992 Castillo abusó sexualmente de una menor, y al verse descubierto le bastó su dicho para quedar impune. Pese a que tanto la menor y el profesor declararon que sostenían relaciones sexuales, el juez tercero penal desestimó el delito de violación pues la niña de 10 años voluntariamente accedió a copular. La comisión mixta de la SEG sancionó al profesor con dos notas malas y lo reubicó en actividades administrativas. Castillo dirige la primaria Justo Sierra desde 2000, y hace días lo pusieron a cargo de otra escuela en León, pese a que familiares de alumnas aseguran que es acosador sexualmente.
¿Estás seguro que en la escuela en donde estudian tus hij@s y niet@s se defienden los derechos del niño?
1 comentario:
hijole, creo que el problema es más serio de lo que parece.
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