Los hallazgos científicos se acumulan, año tras año, y muestran los efectos a largo plazo del maltrato infantil:
El maltrato infantil es el resultado de una sociedad que considera la violencia parte de la cotidianidad, la falta de credibilidad en las instituciones gubernamentales y la creencia de que los niños son propiedad privada. Margarita Greisbach, titular de la Oficina de Defensoría de los Derechos de la Infancia (ODI), AC, consideró que la falta de instituciones de protección hacia los pequeños y la percepción social de desamparo e impotencia ante situaciones de abuso contribuyen a la continuidad de la violencia. “El mensaje de fondo que recibe un niño cuando es maltratado y nadie lo ayuda es que las cosas son así y tiene que aceptarlas”. Esta situación crea bajas expectativas entre grupos vulnerables como mujeres, personas de la tercera edad y menores, y provoca “una sociedad tolerante a la violencia”.
Un estudio efectuado durante tres años con un centenar de niños reveló que un porcentaje importante de la infancia mexicana sufre trastorno de estrés postraumático como consecuencia del abuso sexual y la violencia que viven en su propia casa. Según los especialistas estos maltratos tienen efectos a largo plazo, ya que ello los conduce posteriormente a la delincuencia, a la drogadicción y al alcoholismo. En este estudio no sólo estudio el problema, sino que también la solución a los síntomas de esta patrología, que tiene un alto grado de incidencia entre la niñez mexicana. Por lo regular, los menores que fueron sujetos a este estudio, sufrían constantemente pesadillas, angustias y ataques de ansiedad.
Sin embargo, año tras año, se acumulan evidencias que nuestro sistema educativo no es lo suficientemente fuerte para defender los derechos de los niños y las niñas. Todavía nuestra sociedad autoritaria usa el castigo corporal y la discriminación por cualquier pretexto:
En Oaxaca maestros de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación golpean con cinturones, reglas y hasta puntapiés a los alumnos. Profesores y directivos del Centro de Integración Social número 8, ubicado en San Bartolomé Zoogocho, en la Sierra Norte de Oaxaca, maltratan y explotan a los niños zapotecos de la banda de música de ese plantel, aseguró Luis Cisneros Luján, fundador de la organización cultural Teatro Taller Tecolote, AC (TTAC), recordó que integrantes de ese grupo llegaron hace año y medio al municipio a desarrollar un proyecto artístico, de lectoescritura, utilización de bibliotecas e impulso a las artes teatrales. Poco después descubrieron diversas anomalías, principalmente maltrato físico, explotación de la banda de música y enriquecimiento de las autoridades. El grupo cultural reportó esta situación a las autoridades municipales, pero éstas se pusieron del lado de los profesores y directivos, quienes despidieron al personal del TTAC. Cisneros Lujan dijo que el caso fue presentado a la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, para que intervenga a fin de cambiar a los profesores y directivos de la institución.
Comenzó a caminar a los 10 meses de edad porque fue producto de un embarazo de alto riesgo que le ocasionó hipopsia (falta de oxígeno en el cerebro) y el infarto de una arteria que desembocó en epilepsia a los cuatro años y, recientemente, déficit de atención con hiperactividad e impulsividad (TDAH), padecimiento que aqueja al máximo deportista olímpico de la historia, el nadador estadunidense, Michael Phelps, quien acaba de romper en Pekín la marca mundial de medallas, con ocho preseas doradas. Se trata de José de Jesús Hernández Acosta, joven de 14 años, estudiante de segundo año de secundaria que, según la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Coddehum) en Guerrero, en su recomendación 012/2008 fue discriminado, marginado y excluido en la escuela secundaria Jesús Reyes Heroles, en Iguala, Guerrero, lo que puso en evidencia la falta de infraestructura y capacitación en el sistema educativo para tratar este tipo de casos.
La Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) inició una investigación por discriminación racial en contra de una niña de seis años que, según su madre, fue “corrida” por una maestra de una escuela primaria en Sinaloa. La CEDH supo de este caso por la queja que recibió por parte de la madre de la menor identificada quien habría sido echada de la escuela por la profesora Sandra Polanco. En el expediente la madre sostuvo que la mentora expulsó a su hija que cursaba el primer grado de primaria, “por ser negra”.
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