Los medios presentan datos sobre la juventud mexicana, pocas oportunidades de ingresar a educación, tampoco acceso a un buen trabajo, pocas expectativas de un futuro alentador:
Pese a que la Secretaría de Educación Pública (SEP) considera que un joven está protegido tres veces más dentro de la escuela, sus propias cifras señalan que en el pasado ciclo escolar más de 5 mil 300 alumnos (41 por ciento), de entre 15 y 19 años, observaron que sus compañeros llevaban armas al entorno escolar, más de 8 mil 200 (63 por ciento) afirmaron que hay pandillas y cerca de 3 mil 700 señalaron (28 por ciento) que se vende droga. Sin embargo, la dependencia apuntó principalmente hacia el ámbito familiar y social: casi mil estudiantes (7 por ciento) tienen padres o hermanos que consumen tóxicos, más de mil 800 (14 por ciento) obtienen sustancias en sus casas y casi mil 600 alumnos (12.2 por ciento) se han drogado. Sobre las temáticas relativas a las relaciones de noviazgo, seguridad y adicciones, la primera Encuesta Nacional Exclusión, Intolerancia y Violencia en los bachilleratos públicos, con base en una muestra de 13 mil 104 casos, destaca que las drogas son de fácil acceso, ya que 37 por ciento de los estudiantes las obtuvieron en la calle y otro 33 por ciento con sus amigos. De los encuestados, 48 por ciento señalaron que su mejor amigo se droga; 26 por ciento dicen que algún compañero de clase consume tóxicos; 24 por ciento identifican a sus vecinos, que también son sus amigos, como consumidores; 2 por ciento dicen que su novio o pareja utiliza drogas.
A pesar del discurso de "no criminalizar" a los jóvenes, la realidad es que existe temor de las generaciones veteranas:
Para la Secretaría de Educación Pública (SEP), la situación de los jóvenes en México empieza a ser un “foco rojo”, debido a que el “joven ocioso”, que hoy se estima en 9 millones, no estudia ni trabaja y tampoco ayuda a sus padres en las labores domésticas, ya que ha encontrado en la delincuencia organizada del narcotráfico, en movimientos de pandillas como las Maras, en las organizaciones de guerrilla como las FARC y en la violencia una “situación temporal” de vida.
El subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán, advierte que hay entidades, ciudades o regiones en donde esto ya aparece en proporciones significativas que van de 10% a 20% de la población joven. “Como sociedad hay que garantizar que esa situación sea temporal y acercarles oportunidades de educación o laborales” que impidan que su situación los acerque a la violencia, comentó. En la más reciente Encuesta Nacional de Población se encontró que 27.5 millones de mexicanos son jóvenes y el Instituto Mexicano de la Juventud refiere que 9 millones tienen entre 12 y 29 años de edad que “no hacen nada”.
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