Los medios presentan varias notas sobre los sindicatos de maestros:
Lo dice en voz alta, sin reservas: “Yo fui de las que participaron en plantones, de las que gritaron y golpearon con el puño al viento. Yo exigí democracia en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, y que se nos aumentara 100% el salario”.
—¿Y luego? —le pregunta el reportero.
— Luego... pues me cansé de pertenecer a una disidencia autoritaria, radical, cerrada a todo, una disidencia corrupta— responde María Teresa Pérez, nueva dirigente de la poderosa sección IX del SNTE y antes integrante de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
—¿Corrupción en la CNTE?
—Sí, corrupción. Entre otras varias cosas más, descuentan cada quincena dinero para destinarlo dizque a los presos políticos y a las organizaciones solidarias. Y no hay claridad en las cuentas.
Hace una semana, ella fue de algún modo la causa del enfrentamiento entre maestros disidentes y de los llamados institucionales. Ese día fue la elección de María Teresa Pérez como dirigente de una sección que agrupa a casi 50 mil maestros. Los que antes fueron sus compañeros y ahora están contra ella bloquearon calzada de Tlalpan y luego se metieron a la fuerza al salón del hotel donde se desarrollaba la elección.
Tras haber rendido protesta ante la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el nuevo comité democrático de la sección 9 anunció que interpondrá ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) una demanda de nulidad del congreso por el que se impuso como secretaria general a María Teresa Pérez Ramírez. En el contexto de la Asamblea Nacional Representativa (ANR) de la agrupación de la disidencia magisterial, que contó con la participación de 16 estados, un sector mayoritario de la CNTE se pronunció por contar con una plataforma general de lucha para participar, junto con los distintos sectores de oposición, en los principales debates nacionales, entre ellos el rechazo a la iniciativa petrolera del gobierno federal mediante la participación en la próxima consulta del 27 de julio
Dirigentes del llamado magisterio disidente afirmaron que la “severa corrupción” que se ha generado en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) con Elba Esther Gordillo como dirigente se refleja en la venta de plazas, que se cotizan entre cinco y 170 mil pesos, de maestros, directores e inspectores de escuelas. En este marco, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) anunció que definirá movilizaciones con el objetivo de impedir los exámenes de oposición para la asignación de plazas, anunciados como parte de la Alianza por la Calidad de la Educación que firmaron las autoridades educativas del país con el SNTE. Según Artemio Ortiz Hurtado, líder de la Sección 18 del SNTE, esta red de corruptelas en el gremio se ha incrementado en los años recientes. Son innumerables las denuncias, incluso penales, aseveró, de varios civiles, que exigen “el regreso del dinero” entregado a los coyotes a cambio de una de esas plazas.
El secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Rafael Ochoa Guzmán, acusó a las autoridades del Gobierno del Distrito Federal de proteger a los integrantes de la CNTE, y anunció que interpuso una denuncia penal contra ellos luego de causar destrozos en el edificio de la sección 9 el pasado miércoles. No es la primera vez que los “radicales” de la CNTE atentan contra un inmueble y las denuncias contra ellos no se hacen efectivas, “eso es un monumento a la impunidad en México”, aseguró Ochoa en entrevista luego de asistir a la presentación del Programa de Salud Preventiva para Maestros y Maestras en Vacaciones 2008.
El único sindicato que negocia anualmente prestaciones y salario dos veces el mismo año es el SNTE, ya que desde 1992 los maestros tienen dos patrones: el gobierno federal y los estados. Las conclusiones de la negociación a escala nacional se hacen públicas en números redondos, pero esto no implica que se puedan conocer las prestaciones y salarios de los maestros, ya que la Carrera Magisterial y las negociaciones estatales de prestaciones hacen imposible la transparencia. Las negociaciones con los gobiernos estatales caen en la opacidad, pero cada año los maestros de Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Chiapas e Hidalgo realizan sus plantones para mejorar sus prestaciones, sin que se pueda precisar qué consiguieron, aunque sí queda claro que los alumnos pueden perder casi todo el año escolar como sucedió en Oaxaca en el pasado ciclo. Además de la opacidad esta doble negociación ha llevado a momentos de crisis económica a los gobiernos estatales, que en ocasiones han amenazado con regresar la educación a la Federación, ya que son los que tienen que enfrentar el pago de estas prestaciones.
A las reformas “de agresión” en materia educativa, petrolera y seguridad social del gobierno de Felipe Calderón, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) responderá con una “rebelión”. Advirtió que detendrá los de exámenes de oposición, la integración de los consejos de Participación Social, la “cancelación de plazas” y los cambios curriculares, que sólo pretenden “secuestrar la conciencia de los niños mexicanos”, y exhortó a tomar el patrimonio del sindicato magisterial, el cual consta de centros vacacionales, hoteles, restaurantes e inmuebles de los comités seccionales. También anunció su determinación de participar en la consulta sobre Petróleos Mexicanos, a realizarse el 27 de julio y los días 10 y 24 agosto, y de continuar realizando movilizaciones.
En Sinaloa, alrededor de 2 por ciento de los trabajadores de las secciones 27 y 53 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) están “comisionados” ,y con la complicidad de las autoridades estatales cobran sin trabajar o reciben recursos para tareas políticas o partidistas, señalaron fuentes del sindicato. Versiones extraoficiales indican que cerca de 10 por ciento del total del presupuesto educativo del estado, que asciende actualmente a 7 mil 687 millones de pesos, se destina a pagar a los comisionados los bonos y estímulos que se entregan discrecionalmente a funcionarios, directores de departamentos y escuelas, y también para activistas políticos, como pago por su incondicionalidad con la dirigencia en turno. En una reunión con dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el propio Juan Millán Lizárraga, entonces gobernador de Sinaloa (1998-2004) reconoció que 10 por ciento del presupuesto estatal se fugaba por medio de los famosos comisionados, o bien se iba en estímulos y pagos a personal que no laboraba.
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