Los jóvenes mexicanos más tristes que felices:
En México, 54.6 por ciento de los jóvenes confiesan estar tristes y creer que su vida es un fracaso, 13.3 por ciento atentaron contra su vida y 8.8 por ciento han pensado en suicidarse. Esto, de acuerdo con la primera Encuesta Nacional de Exclusión, Intolerancia y Violencia, realizada en bachilleratos públicos, en la cual se concluye que dicha problemática va en aumento. Oaxaca, con 14 por ciento, y Tabasco, con 18.1 por ciento, son los estados en donde se reporta la mayor incidencia a escala nacional de jóvenes entre 15 y 19 años de preparatorias públicas que se han hecho daño con el propósito de quitarse la vida.
El 15.5% de los jóvenes mexicanos de entre 15 y 24 años han experimentado alguna vez violencia física durante el noviazgo, 75.8 por ciento ha sufrido agresiones sicológicas y 16.5 por ciento ha vivido al menos una experiencia de ataque sexual, según datos la Encuesta Nacional de Violencia en las Relaciones de Noviazgo 2007.
Y sin oportunidades educativas, pocos lugares en las universidades públicas:
En la actualidad, menos de 20% de quienes aspiran a cursar una licenciatura encuentran un sitio en alguna de las tres principales universidades públicas del país, según cifras del Centro Nacional para la Evaluación de la Educación Superior (Ceneval), mientras el resto corre el riesgo de ingresar a una institución patito. Lo más preocupante es que el próximo semestre el número de rechazados, otra vez, ascenderá a más de 200 mil, de acuerdo con cálculos del organismo. Y es que poco más de 80% de quienes presentaron examen de admisión para estudiar una licenciatura en la UNAM, el IPN o la UAM fue rechazado, y el panorama es poco alentador.
Los jóvenes que no obtuvieron un lugar para estudiar alguna carrera en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) denunciaron que de antemano saben quiénes van a seguir sus estudios y quiénes no lo harán, porque el sistema está hecho para continuar con las desigualdades y fortalecer las desventajas en que se encuentran ciertos sectores.
Para el rector de la Universidad de las Américas de la ciudad de México, Alejandro Gertz Manero, con el dinero público se debe hacer un “rescate” de los miles de rechazados de la enseñanza superior, en quienes ve la oportunidad para promover el viejo anhelo del sector privado, consistente en que el Estado pague la educación de los estudiantes que “no tienen dinero”, sin importar si es en una escuela privada. Esto, con la justificación de que el Estado “no debe financiar la educación pública, sino a los estudiantes”.
Existen más de 16 millones de jóvenes, entre 16 y 24 años, que no están inscritos en instituciones de educación media y superior; en ese contexto, especialistas en la materia denunciaron que este año se registró una marca histórica en el número de “rechazados” de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Hace 16 años quedaron fuera 33 mil 900 aspirantes, ahora la cifra ascendió a 152 mil 991. En ese sentido, afirmaron que existe un “operativo deliberado” del Estado, a partir de la administración zedillista, que continúa el gobierno actual, para excluir a la gran mayoría de los estudiantes del sistema y facilitar su proyecto de fortalecer la enseñanza tecnológica, en aras de capacitar a los jóvenes para tener “mano de obra barata”.
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