Críticas a las bibliotecas familiares propuestas por el gobierno federal

De manera paradójica escritores y editores realizan fuertes críticas a la propuesta del gobierno federal de crear bibliotecas familiares:

El acervo de las bibliotecas básicas con que se dotará a las familias mexicanas de bajos recursos, propuesto por el titular del ejecutivo federal, no debe ser el mismo para un hogar ubicado en la ciudad que en el campo, en el norte que en el sureste del país; incluso, coinciden promotores de la lectura, para su integración es vital consultar a las personas que lo recibirán y darles a elegir alginos títulos de su preferencia. “Espero que el contenido de estas pequeñas bibliotecas sea decidido con prudencia, que no todas las viviendas tengan los mismos libros. Los títulos que sugirieron parecían una idea en el aire, no órdenes de que esa fuera la lista; espero que no se tomen como tal. Lo ideal sería que hubiera una lista muy grande, en la que la gente pudiera escoger los libros que más les gusten”, comentó Alberto Ruy Sánchez.

El interés político de “vestirse de cultura falsamente” y el económico de “ir en auxilio de las grandes editoriales”, más que el deseo de acercar los libros al entorno cotidiano de los niños y jóvenes mexicanos, están detrás de la propuesta del gobierno federal de dotar de bibliotecas básicas a las familias de bajos recursos, coincidieron el editor Fernando Valdés y el periodista Humberto Musacchio. “Es un acto demagógico más, por una razón: nuestros mexicanos no saben leer. Menos de 1 por ciento del total de la población nacional son lectores. El 98 por ciento son analfabetos funcionales. La propuesta no es práctica. El obstáculo principal es que los mexicanos no entienden lo que leen. Entonces, los libros servirán para que, en algún caso de necesidad, las familias los vendan”, comentó Valdés. El director del sello Plaza y Valdés dijo que el proyecto debería ir en otra dirección “si es que a Calderón le preocupa la lectura. Podría ir en el sentido de que primero enseñen realmente a leer a los niños en las escuelas primarias y en 15 años tendremos otro país. Lo demás es vestirse de cultura falsamente”.