Se anuncia que en los próximos días comienza el programa piloto para fomentar el uso de transporte escolar. Este programa tiene el propósito de contribuir a mejorar el tráfico vehicular y la calidad del aire de la Ciudad de México. Uno de los usos y costumbres de las autoridades, sean federales o estatales, es crear y promocionar un gran discurso que después no tiene eco en la realidad concreta:
El próximo lunes 18 de agosto los alumnos de 12 escuelas privadas llegarán a clases en camión, pues arranca el Programa Demostrativo de Transporte Escolar Obligario en la Ciudad de México, sin embargo, los niños con discapacidad, que vivan muy lejos o cerca o deseen llegar a pie quedarán exentos. “Lo que estamos combatiendo es que se utilicen vehículos particulares para llevar a uno o a dos niños a la escuela por familia, pero no queremos evitar que la gente se vaya a pie, ni que llegue en transporte público”, comentó la secretaria de Medio Ambiente del Gobierno del DF, Martha Delgado, en entrevista con Excélsior. El programa arranca en su fase demostrativa este ciclo escolar 2008-2009, con el fin de disminuir el congestionamiento vial y la contaminación. Además, se evaluará su aplicación en planteles con alta conflictividad en esos rubros.
Ante las dificultades operativas, y el poco interés de los ciudadanos de dejar de usar su automóvil, el gobierno comienza a tener "excepciones" que al mediano plano convierte la aplicación de un programa interesante en letra muerta... usual en nuestra sociedad:
El programa de transporte escolar obligatorio, anunciado por la Secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal para arrancar en el próximo ciclo escolar, reprobó aún antes del inicio de clases y, ahora, la titular de la dependencia, Martha Delgado, ofreció a los colegios privados una serie de posibilidades para exentar su aplicación. Aunque no será cancelado oficialmente, la dependencia ofreció a las comunidades inconformes con la medida distintas posibilidades para que los padres de familia puedan seguir usando sus autos particulares para llevar a sus hijos a la escuela, entre las que se encuentran, según su titular, “hacer de un solo sentido la calle, cambiar los sentidos, meter los automóviles a las canchas para ascenso y descenso de los niños, renovar el sistema de señalización, e incrementar el número de elementos de tránsito para que lo agilicen”.
“Nos preocupa que el Programa de Transporte Escolar Obligatorio sufra reveses”, indicó Leonardo Álvarez Romo, presidente de la Comisión de Preservación del Medio Ambiente y Protección Ecológica de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, tras señalar que el programa debe aplicarse en el mayor número de escuelas posible en la Ciudad de México como la medida número uno para disminuir el tránsito vehicular y la contaminación.
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