El negocio de las cooperativas escolares: niños y niñas obesos

En Michoacán, el congreso estatal ha promulgado una ley para prohibir la venta de comida chatarra en las escuelas públicas:

Entró en vigor la ley que prohíbe la venta de comida chatarra en las casi 11 mil primarias y secundarias públicas de Michoacán, en beneficio de más de un millón de alumnos, señaló el presidente de la Comisión de Educación del Congreso del estado, Heriberto Lugo Contreras. Mientras, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Durango, en coordinación con las secretarías de Educación y de Salud estatales, emprendió un programa para retirar los alimentos de bajo valor nutritivo de todas las escuelas de la entidad, en cumplimiento de la ley respectiva, aprobada en 2006. El diputado perredista Lugo Contreras exhortó a maestros y padres de familia de Michoacán a vigilar que se cumpla esta ley y anunció que el Congreso de Michoacán, coordinado con las secretarías de Salud y Educación y los ayuntamientos, promoverá la alimentación sana y la actividad física.

Los datos sobre salud infantil parece dar la razón a esta iniciativa, en realidad las cooperativas escolares son un negocio que pone en riesgo la salud infantil, y no cumple el cometido pedagógico con las que se crearon:

Las cooperativas escolares, lejos de la intención del presidente Lázaro Cárdenas cuando las implementó en 1937, se volvieron fuente de negocio para los centros escolares que obtienen mayores ganancias al vender frituras y refrescos que alimentos nutritivos, según lo revela la primera encuesta sobre cooperativas. En algunas escuelas reciben casi mil 500 pesos diarios por la cooperativa donde se vende todo tipo de productos, pero hay otras que sólo reciben 40 pesos porque venden frutas y verduras, reconoció Luis Ignacio Sánchez Gómez, administrador Federal de los Servicios Educativos en el DF. Pese a que el propósito de las cooperativas es fomentar “la experiencia del esfuerzo propio, la solidaridad y la cooperación con base en un principio básico de convivencia social”, para 38 por ciento de los estudiantes de primaria la cooperativa es un lugar donde “se puede comprar y vender” y 26 por ciento considera que es una retribución monetaria a su actividad en la cooperativa. A la hora del recreo, 44 por ciento de los alumnos compra paletas, dulces, frituras, y refrescos y sólo 22 por ciento consume fruta, agua embotellada o lácteos.

A pesar de estos datos, la SEP piensa que no se pueden prohibir... da la impresión de que no tienen muy claros los objetivos pedagógicos que demanda la constitución mexicana y la ley general de educación, parece defender el derecho de la industria de alimentos poco nutritivos:

El Diagnóstico del Estado Actual de las Cooperativas en el DF indica que 26% de los niños de entre cinco y 11 años tiene problemas de sobrepeso y obesidad. En las escuelas públicas de primaria y secundaria está permitida la venta de comida chatarra y ésta se ofrece libremente en las cooperativas escolares porque la SEP no cuenta con un reglamento que prohíba su consumo. Al respecto, la secretaria de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota, declaró que su dependencia no tiene intenciones de prohibir estos productos, porque una política de prohibición no es el mejor camino para evitar la obesidad en los menores. “No basta prohibir, no creemos en el camino de la prohibición, creemos en el camino de la formación”, declaró la secretaria.

Y hay desafortunadas declaraciones de los funcionarios públicos de la SEP; se argumenta que no se pueden dejar de vender a los niños y niñas refrescos azucarados porque no hay bebederos!!!! En fin... no es más sencillo vender a niños y niñas... agua pura!

El titular de la Administración Federal de los Servicios Educativos en el Distrito Federal (AFSEDF), Luis Ignacio Sánchez, insistió en que “no es con la prohibición” de la venta de productos chatarra en las cooperativas escolares como se logrará “concientizar a la comunidad escolar y cambiar los hábitos alimenticios”, por lo que aseguró que “no podemos pensar en quitar las bebidas azucaradas si no tenemos bebederos con agua pura para los niños”.

Y en realidad parecen puras ocurrencias:

El secretario de Educación, Áxel Didriksson Takayanagui, consideró una “ocurrencia” más de la titular de la SEP, Josefina Vázquez Mota, el rechazar la prohibición de la venta de alimentos chatarra en las escuelas para evitar problemas de nutrición en los estudiantes. El funcionario informó que hoy se reunirá con el titular de la Secretaría de Salud, Armando Ahued Ortega, para realizar estudios físicos a estudiantes de nivel básico al inicio del ciclo y elaborar dietas por grupos de edad escolar.