En su discurso de inauguración del ciclo educativo en la UNAM el rector dijo lo siguiente:
“Esta universidad, la de todos los mexicanos, es insustituible para el desarrollo del país. Sin la universidad nacional, muchas de nuestras instituciones sociales no se hubieran desarrollado convenientemente. Sin su universidad, México sería distinto, pero no mejor.” Narro Robles les dio la bienvenida a los estudiantes recién integrados, quienes, dijo, disfrutarán de “la pluralidad y la libertad de pensamiento y expresión que no serían posibles sin la tolerancia”.
Sin embargo, la realidad es otra, muchos jóvenes mexicanos no pueden acceder a la educación superior por diferentes motivos:
Jóvenes del Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior convocaron a un nueva movilización en demanda de incremento de espacios en las universidades públicas, así como de los recursos destinados a este nivel de enseñanza. Los estudiantes rechazados demandaron al Estado mexicano garantizar lugares suficientes para todos los egresados de bachillerato; que UNAM, IPN y UAM aumenten su matrícula; se creen nuevas universidades de alto nivel académico; se elimine el examen para ingresar a la educación superior, “creando nuevas formas de selección, ya que el rechazo no se debe a la falta de capacidad para aprobar, sino a la falta de lugares disponibles”; mayor presupuesto a la educación pública y que el Colegio de Bachilleres se incorpore a la UAM y los CBTIS y Conalep al IPN.
Se instaló la mesa de negociación con autoridades de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y representantes de las universidades Nacional Autónoma de México, Autónoma Metropolitana e Instituto Politécnico Nacional, con el propósito de atender las demandas de las organizaciones de inconformes, que aseguraron tener cerca de 2 mil casos en los que “acreditaron todos los requisitos, pero no ingresaron por falta de espacios educativos”. Integrantes de los movimientos de jóvenes inconformes informaron que aún no hay “algún acuerdo concreto y advirtieron que los representantes de la instituciones públicas de educación superior mostraron reticencia en aceptar un posible acuerdo.
Estudiantes rechazados de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), afiliados al Frente Universitario por la Defensa de la Educación Pública (FUDEP), tomaron autobuses del servicio urbano de pasaje, además bloquearon calles aledañas a la Facultad de Medicina y Cirugía, como medida de presión para ser admitidos en la casa de estudios, cuyas instalaciones tienen en su poder desde hace cinco días. El dirigente del FUDEP, Juan Velásquez Cruz, dijo que las autoridades universitarias ofrecieron 30 espacios para estudiantes rechazados, pero no cumplieron con ese compromiso y han vendido entre 50 y 80 mil pesos por lo menos cien espacios para alumnos de nuevo ingreso. Sostuvo que Julio Gómez, hermano del director de la Facultad de Medicina, Alejandro Gómez Díaz, y Víctor Navarro Gutiérrez, secretario Académico de la UABJO, comercializaron los espacios, y mostró una lista de más de 50 alumnos que supuestamente ingresaron a la institución sin aprobar el examen. “¿Cómo se atreven a hablar de calidad, si venden los espacios?”.
Los rechazados inician una huelga de hambre:
El Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación empezó una huelga de hambre frente a la sede de la Secretaría de Educación Pública (SEP). A los 15 estudiantes que comenzaron el ayuno, se sumará uno por cada día en que la dependencia no dé una solución a su exigencia de tener acceso a instituciones de enseñanza superior. Advirtieron que la SEP no quiere asumir su responsabilidad como autoridad, y más bien intenta “dejar el problema” a instituciones como las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM) y Autónoma Metropolitana (UAM), o el Instituto Politécnico Nacional (IPN)”. Adrián Santillán y Atzelpi Hernández advirtieron que no se retirarán hasta que a los jóvenes excluidos se les dé un lugar y una oportunidad. No obstante, expresaron temor de que la dependencia se niegue a aportar recursos económicos a dichas instituciones, con lo que se cancelaría la posibilidad de dar una salida al conflicto, similar a la de años anteriores, que consiste en ofrecer una beca de 100 por ciento al alumno en una escuela incorporada a los centros educativos citados y, al término de un año el estudiante puede ingresar a éstos si obtiene un promedio mínimo de 8.
Otros estudiantes, en cambio, desean cambiar las reglas para no se reprobados:
Integrantes del movimiento Izquierda Nicolaita tomaron desde la mañana de este lunes y por tiempo indefinido las instalaciones de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Más de 70 miembros de dicho grupo, se apoderaron del edificio central. Los alumnos exigen exámenes especiales para más de 400 alumnos reprobados, cambios de secciones para otros tantos, así como cambio de maestros en algunas materias. Además exigieron una auditoría a la facultad, a fin de determinar el paradero de más de un millón de pesos, que según los manifestantes, obtuvo la dirección de la escuela como pago de los alumnos de nuevo ingreso por la impartición de un curso propedéutico.
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