A pesar del discurso las cosas siguen igual que hace 500 años:
Funcionarios del Gobierno del Distrito Federal, diputados de la Asamblea Legislativa y magistrados del Tribunal Superior de Justicia capitalino aún no toman las clases de náhuatl, a las que están obligados, a pesar de que las autoridades locales se comprometieron a que los cursos iniciarían en marzo pasado. Ebrard aseguró el 21 de febrero que los servidores públicos, principalmente de su gabinete, tenían la obligación de aprender la lengua con el fin de preservar los derechos de las personas que la hablan; además, dijo que habrá algunos documentos en esta lengua y después se traducirían al español, “por lo que habrá que familiarizarse con su uso”.
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