Por alguna situación, que demanda una profunda reflexión, muchas de las escuelas que se construyen en México, especialmente en zonas marginadas, se encuentran en lugares poco seguros:
Aproximadamente 33 centros educativos de Querétaro se encuentran ubicados en zonas consideradas como de riesgo por las lluvias. Por lo mismo, pueden sufrir inundaciones además de afectaciones en sus instalaciones, informó la Secretaría de Educación. De las 33 instituciones educativas, siete corresponden al municipio metropolitano de Corregidora, 15 de la capital del Estado entre preescolares, primarias y secundarias, mientras que otras 12 corresponden al conurbado de El Marqués.
En septiembre de 2007 el huracán Dean causó serios estragos en viviendas, caminos, cultivos y espacios públicos de más de 60 municipios hidalguenses. Entre los inmuebles perjudicados está la escuela secundaria técnica número 402, cuyos alumnos aún toman clases en aulas improvisadas. El año pasado, durante un recorrido por Tulancingo, la secretaria de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota, ordenó reubicar el plantel, construido a la orilla de un río. Sin embargo, 10 meses después los 146 alumnos de la telesecundaria estudian hacinados en salones hechos de lámina galvanizada y en silos. El paso de Dean por Hidalgo dañó 164 escuelas y dejó sin clases a unos 5 mil alumnos.
Sumada a esta situación, por alguna otra razón, los estados que tienen más problemas son aquellos que menos invierten en su sistema de educación básica:
La Secretaría de Educación Pública (SEP) distribuirá un total de 700 millones de pesos a las entidades federativas, etiquetados para infraestructura en escuelas, pero los estados que reportan un mayor número de planteles en mal estado son los que recibirán menos recursos económicos. Esto se debe a las aportaciones por el gobierno estatal, la federación iguala la cantidad; esto quiere decir que por cada peso destinado por el estado a infraestructura, la dependencia federal invertirá una cantidad igual adicional para ser usada en el mejoramiento de los espacios físicos de los centros escolares. De esta manera, por ejemplo, en Yucatán hay cerca de 200 escuelas con infraestructura en mal estado, esta entidad recibirá poco más de 50 millones para remodelar baños, techos y pisos, así como para sustituir o reparar lámparas, puertas y pintura. En cambio a Chiapas, donde alrededor de cuatro mil 500 planteles tienen techo de cartón, carrizo o palma y pisos de tierra, se le invertirán menos de 32 millones de pesos.
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